Capitulo IV

Vibras, Gestálticos y Reinos; La arquitectura de nuestra simulación del mundo:

-“El todo es más que la suma de sus partes”. -Aristoteles
Existe un concepto en QRI (Instituto de Investigación de la Qualia), apodado como “vibras”, y se refiere básicamente a los ladrillos esenciales con los que nuestra simulación del mundo está construida. Estos “ladrillos” son en realidad ondas no-lineales, lo que significa a grosso modo que son ondas que pueden interactuar con otras. Por ende, estas ondas pueden resonar con otras, si es que sus frecuencias son similares o iguales, lo que significa que están rebotando sobre sí mismas y encontrando estabilidad para sostener una estructura. Existe una amplia colección de vibras, variando en frecuencia (la rapidez con la que vibran), la manera en que se mueven e interactúan, incluso su forma, que tan regulares o irregulares son, lo que determinará el tono hedónico de las mismas, que tan placenteras o no-placenteras serán, todo ello de acuerdo a la teoría de la simetría de Valencia…Consonancia –placer–/ruido –experiencia neutral–/disonancia —sufrimiento—. De tal forma, cuando tenemos un cúmulo de ondas que pueden resonar entre sí, y mantenerse estables, estas darán lugar a algo denominado como un constructo gestáltico, correspondiente a un objeto reconocible de la experiencia. Una silla, el maullido de un gato, un árbol, o un escalofrío recorriendo tu espalda, por ejemplo. Ahora, si juntas un grupo de constructos gestálticos, puedes crear lo que se conoce como un “reino”, que se refiere a la escena completa de una experiencia. Una analogía hecha por Andrés que lo ilustra mejor es la siguiente: Piensa en las vibras como las herramientas con las que apilamos ladrillos, entonces, un conjunto de ladrillos puestos juntos dan lugar a una pared, la cual corresponde con los constructos gestálticos, de la misma forma, si juntas varias paredes creas una habitación, e incluso una casa entera, lo que corresponde con el panorama completo de tu fenomenología. De tal manera, un reino podría definirse como un ecosistema de constructos gestálticos interactuando entre sí. Un dato adicional sobre esto sería que cuando colocas tu atención sobre un contenido de tu experiencia (estructura de ondas no-lineales), básicamente lo que estás haciendo es energizar la estructura isomorfa a su fenomenología, provocando que todas las partes que la constituyen se vuelvan más cohesivas con las otras, más pegajosas. Entonces, podemos concluir que la atención también cuenta con su propio tipo de ondas no-lineales, lo que significa que la atención tiene una estructura también, por ende su propio poder causal, y manera de influir sobre las demás dentro del enorme ecosistema de ondas que es nuestra mente.

“Más realismo indirecto”. “Creo que puedo ver tu aura”. Autor: Aarón T. M.

<<Más divagación>>

Si intentas cartografiar tu cuerpo basado en la experiencia, poniendo suficiente atención en ello, te darás cuenta que tus manos se sienten extremadamente grandes en contraste con su apariencia visual. Este fenómeno se presenta a menudo durante profundos estados meditativos, donde los sujetos reportan sentir ciertas partes de sus cuerpos más exageradas y voluminosas. Como he mencionado en anteriores ocasiones, esto puede ser explicado por la manera en que nuestro cerebro representa el cuerpo físico. En esencia, como he dicho infinidad de veces, lo que experimentamos es en realidad un modelo que el cerebro construye. Algunas partes de nuestros avatar sensorial requieren un mayor procesamiento de información, tal y como en el caso de las manos, lo que se traduce en una notable sensibilidad en aquellos segmentos del cuerpo durante nuestra experiencia consciente. Si eres un realista directo, y crees que tus manos son tus manos perse, tal vez te des por vencido después de intentar “sentir” las venas, vasos sanguíneos y arterias debajo de la piel que las cubren, porque el hecho es que estas no vienen explícitamente incluidas en nuestro avatar sensorial, el cual representa el cuerpo físico. En esencia, existen infinidad de cosas que sabemos están ahí, pero que no aparecen explícitamente en nuestra experiencia consciente del mundo, y eso es porque nuestra representación del entorno solo incluye lo que la evolución encontró como apropiado y útil para nuestra supervivencia, y ser consciente de cada vena o arteria en tu cuerpo tal vez no sea la mejor alternativa para asegurar el bienestar de nuestros arrogantes genes.

“El gran teatro de la mente”. Representación artística del concepto conocido como “teatro Cartesiano”, compartiendo el mismo significado con su equivalente moderno “la pantalla de la consciencia”, refiriéndose a la idea de nuestra experiencia humana como una especie de obra teatral, o extravagante video-juego. Situándonos a nosotros de espectadores imperturbables, en busca de entretenimiento o mera diversión.
Autor: Aarón T. M.